martes, 17 de noviembre de 2009

Diseñadores reciclados

Ropa de colillas de cigarro

La artista visual Consuelo Riedel confecciona accesorios con materiales que desecha la industria textil y la diseñadora Paula Vidal hace chaquetas con fieltro industrial reutilizado.

Bajo la marca Mantis, Alexandra Guerrero y Ricardo Cheuquiante confeccionan gorros, vestidos, boleros (toreras) y mantas con los filtros de las colillas de cigarros.

Primero separan el filtro del papel y luego les eliminan las sustancias tóxicas (nicotina y alquitrán), en una autoclave a vapor, presión y alta temperatura.

La fibra purificada es desenredada y teñida y se mezcla con lana de oveja. Con el ovillo final, que contiene cerca de 10% de colillas, las prendas son tejidas a mano.

A la estudiante Camila Labra se le ocurrió fabricar coloridas botas femeninas con bolsas plásticas y, a Betzabé Ortiz, pendientes y collares con restos de botellas de tereftalato de polietileno (PET). Otro grupo teje boleros y cinturones con cintas de casetes.

Giovana Altamirano fabrica carteras, cinturones y otros accesorios con tiras dobladas de radiografías médicas y Pamela Jerez creó joyas a partir de corchos en desuso.Pese a su atractivo, la conjunción moda-ecología no está exenta de tensiones y contradicciones, más o menos expuestas por las fuentes entrevistadas.

¿Confeccionar y vender nuevos productos es más o menos contaminante que dejar en la basura los desechos que les dan vida? ¿Qué magnitud de residuos se reutilizan?

Algunos diseñadores consideran que es mínimo el aporte que puede hacer la moda de autor al ambientalismo, por lo que se requieren alianzas con empresas.

“Los 3 mil bolsos que vendí a Londres para una Navidad no son una diferencia muy sustancial para el ambiente. Evitamos que muchos metros cuadrados de PVC fueran a la basura y se generó trabajo local. Pero ahora buscamos aliarnos con la empresa y tratar de generar pequeñas diferencias en productos de tirada masiva”, planteó Ferrer, de Modulab.

Ellos han optado “por trabajar con los desechos de las empresas para que vuelvan a entrar a ellas” en la forma de regalos corporativos, por ejemplo.

Ése también es el enfoque de Remade, creado por el gobierno de la región italiana de Lombardía para estimular a las empresas en la generación de nuevos productos a partir de sus desechos, con el fin de cumplir la estricta legislación europea en materia de reciclaje. El proyecto se ha replicado en Portugal, Argentina y Chile.

Pero tanto Ferrer como Heiremans, de Remade, cuestionan la pobre normativa chilena en materia de reciclaje.

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