Con una instalación que les proponía un juego a los visitantes se le dio la bienvenida a Colombiamoda 2009. Más de dos mil botellas de agua que colgaban de un péndulo hicieron parte de una instalación. Cada espectador que ingresaba al Pabellón Blanco de Plaza Mayor tenía la opción de tomar una de las botellas. Entre más agua se iba tomando, el péndulo más iba subiendo y cada vez se hacía más difícil obtener el recurso natural.
Esta manifestación artística da cuenta de una realidad: el agua está escaseando y el mundo se está enfrentado a cambios. A partir de actos y verdades como esta, en la versión número 20 Colombiamoda se propuso pensar en el ecodiseño, también conocido como eco-tech, bajo el eslogan: “Lo ecotech no es una moda, es un compromiso”.
El concepto alrededor del cual giró la feria fue el cuidado del planeta, promovido no solo desde las conferencias, también desde el diseño, la decoración, la señalética y campañas de reciclaje y recuperación de materiales.
¿A qué hace referencia el eco-tech?
Cuando se habla de eco-tech, de manera directa se alude a la innovación. Margarita Baena es asesora de Inexmoda y afirma que desde el sector textil, confección, diseño y moda lo eco-tech se asume como una macrotendencia que genera sinergia entre la ecología, pensada como elemento fundamental de calidad de vida para el hombre y su entorno, y el potencial de la tecnología como herramienta para garantizar este bienestar a partir de descubrir el planeta y sus universos.
A partir de esta atendencia se le da entonces a los bienes textiles la clasificación de productos ecológicos, es decir, aquellos que producen menos impacto ambiental negativo durante su ciclo de vida. Esto incluye el manejo del agua en el cultivo, la disminución o aniquilación del uso de agrotóxicos, la eficiencia en el proceso de fabricación, la posibilidad de reciclar y reutilizar la prenda y el manejo social que se le haya dado al proceso de fabricación, lo que se entiende como participación legal de los empleados y la responsabilidad social empresarial (RSS).
Mitos alrededor de lo ecológico
El más recurrente es el económico. Se ha dicho que comprar una prenda fabricada con algodón orgánico es más costoso que comprar una que haya sido elaborada con un algodón en cuyo proceso hayan intervenido agrotóxicos.
Esta afirmación tiene tantas verdades como mentiras. Es real que algunos diseños ecológicos son más costosos que los tradicionales. Sin embargo, no todos los productos ecológicos son caros.
En el mundo existen varios ejemplos en los que una mejora al medioambiente (proceso que se conoce como Producción más Limpia) ha llevado a una reducción de costos. Un ejemplo concreto es la reducción del consumo de energía, un acto beneficioso para el planeta que incide en la reducción de precios en la producción.
Un segundo factor que debe analizarse a partir del mito del costo es el consumidor. Un estudio realizado por la Universidad Jaume I (España), en el que se contrastaban técnicas de economía experimental, se pudo comprobar que el cliente está dispuesto a pagar hasta un 10 por ciento más por un producto que sea amigable con el entorno.
Los retos
El interés y la conciencia que ha despertado el sector textil sobre el eco-tech vienen sujetos a varios cambios y retos que involucran medios de comunicación, empresarios, consumidores y gobiernos.
Es obvio que el primer reto que se presenta es empezar a cambiar los procesos productivos e involucrar a las empresas en un entorno ecológico, no solo desde la producción sino también desde la conciencia.
Un segundo reto es informar lo que se está haciendo. Cuando una empresa lanza al mercado un producto ecológico y utiliza mecanismos de control correctos, el mensaje que recibe el cliente es que se trata de un producto de mayor calidad y mejores garantías. Así, el consumidor se siente partícipe y contribuye.
La necesidad de concientizar a los consumidores alrededor del desarrollo sustentable aparece como un tercer reto. Este incluye el reconocimiento de los diferentes perfiles de consumidores y la contemplación de nuevas alternativas y estrategias.
Colombia, puntualmente, es un país que debe de enfrentarse a los retos de la producción y las exportaciones de textiles verdes. Anne Marie Zwerg – Villega, coordinadora del área Comercio Internacional de la Universidad Eafit, dijo en Colombiamoda que “las pequeñas y medianas empresas colombianas no sienten presiones del mercado por adoptar estrategias verdes, lo hacen por ética corporativa”.
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